miércoles, 7 de enero de 2009

Campeonato Del Mundo 1977

1977, FIAT JUBILA AL STRATOS CON EL 131 ABARTH

Como se adivinaba la política deportiva de Fiat jubiló anticipadamente al Lancia Stratos en beneficio de un coche más próximo a los coches de serie. Se argumentó que el Fiat 131 Abarth no era más que un coche vulgar con un motor potente, que era feo y que sólo obtuvo el título porque disponía de un presupuesto muy alto. Pero nada más lejos de la realidad, era un coche sobresaliente. Aprovechando la experiencia del 124 Abarth convirtió el 131 en un coche vencedor. Un motor de 230 CV heredado del Lancia Beta, carrocería de aluminio y fibra de vidrio, suspensión posterior independiente con barras estabilizadoras regulables que permitían variar la convergencia de las ruedas, multitud de factores que lo convertían en un coche de rally.

En lo que se refiere al campeonato era la primera vez que abarcaba todos los continentes ya que para sustituir al rally de Marruecos se añadieron el Criterium de Québec y el Rally del Pacífico Sur en Nueva Zelanda. Además de creó la Copa FIA para pilotos que consideraba para su clasificación, además de las pruebas mundialistas, los rallies de coeficiente máximo del Campeonato de Europa. Se produjo un punto de inflexión en el campeonato. La popularidad aumentó debido a que los coches eran reconocidos por los espectadores, hubo una mayor difusión de las carreras y los pilotos apostaron por la profesionalización.
La puntuación también cambió y se adoptó un sistema que premiaba también la clasificación de grupo. Solo puntuaba el coche mejor colocado de cada fabricante. Los 10 primeros puntuaban de 10 a 1 puntos y luego los ocho primeros de cada grupo puntuaban de 8 a 1. Estos dos resultados se sumaban para dar los puntos finales de cada constructor. De este modo el vencedor lograba 18 puntos, el segundo 16 ó 17 dependiendo si pertenecía al mismo grupo o no. Por ejemplo un sexto lugar podía darte entre 8 y 13 puntos. Pero solo se conseguían estos puntos quedando entre los 10 primeros. Esto hizo las cosas algo más complicadas y junto otras peculiaridades del reglamento trajo resultados algo extraños en ediciones posteriores del campeonato. Por ejemplo los motores con cuatro válvulas por cilindro estaban prohibidos en el grupo 4 salvo si lo tenían en el coche de serie. Esto significaba que las diferencias entre los grupo 4 y los grupo 2 era menor que en temporadas anteriores. Cuando Peugeot se hizo con el título de marcas en 1981 tenían una ventaja ya que el Talbot Sunbeam era un grupo 2 lo que le daba más puntos ocupando clasificaciones más bajas. De cualquier modo este sistema no resto un ápice a un campeonato que se decidiría por tan solo 4 puntos. De los 11 rallies que configuraban el calendario sólo podían ser considerados a efectos de puntación los 8 mejores.
Fiat anunció la intención de ganar el campeonato de constructores y la recién creada Copa FIA de pilotos. Esta última la reservó para Munari que permanecía fiel al Lancia Stratos que tantas satisfacciones le había proporcionado. Fiat contó con tres pilotos para formar el equipo oficial: Alen, Verini y Bachelli. Pero Daniele Audetto, patrón de Fiat, cedió una serie de 131 a filiales europeas que al final fueron las que le dieron el campeonato. Andruet condujo el Abarth de Fiat-Francia. El importador finlandés recibió dos coches para Makinen y Lampinen. La escudería Jolly Club también recibió unidades para su piloto estrella Tony Fassina. Más adelante también incorporó a Rohrl y a Salonen.
Los rivales en primera instancia eran los Opel Kadett de Grupo 4, coches excesivamente frágiles que pusieron en manos de Rohrl y Kullang. Pero Rohrl mediada la temporada aceptó la invitación de Fiat cansado del bajo rendimiento de los coches de la marca germana. Ford era el rival más fuerte en teoría. Los Escort RS1800 eran más competitivos cuando no había tracción y sólo contaban con Waldegaard, Clark, Vatanen y Hamalainen para luchar por el título. Esta inferioridad hizo que cuando se proclamó a Munari campeón de la Copa FIA para pilotos muchos consideraran que Waldegaard merecía más ese honor. Hay que destacar que era un título no oficial y se otorgaba de manera muy particular. Se consideraban los cinco mejores resultados obtenidos considerando las pruebas del mundial y los rallies del campeonato europeo de mayor nivel.
De esta guisa arrancaba el campeonato en Montecarlo. Y comenzó muy mal para Fiat. Los coches oficiales fueron desapareciendo uno a uno intentando seguir la estela de Munari. El italiano dominó de principio a fin la prueba apoyado en su fiel Stratos. Se apuntó su cuarta victoria, la tercera consecutiva en el rally más prestigioso. Andruet salvó el honor de Fiat colocando su Abarth semiprivado en segunda posición. Y en tercera y cuarta posición aparecían los Seat de Zanini y Cañellas. Salvador Servia concluyó en séptima plaza por detrás del Porsche de Gerard Swaton y el Stratos de Christine Dacremont. Los Opel de Rohrl y Nicolas se vieron obligados a abandonar por rotura de motor. También abandonaron Verini con el 131 Abarth y Frequelin con un Alpine A310 por accidente. Respecto al éxito de la marca española hay que decir que era la segunda salida internacional de los 1430 y este éxito alentó a la marca a desarrollar un programa que abarcaba el Campeonato de Europa.



Munari se alzó de nuevo con el triunfo al volante del Lancia Stratos

Andruet terminaba segundo con el Fiat 131 Abarth inscrito por Fiat-France

Zanini daba a SEAT un magnífico tercer puesto

Y Cañellas redondeaba el éxito de la marca española con una cuarta plaza


Fiat llegaba a Suecia dispuesta a enmendar su actuación en el rally del principado. Pero de nuevo vieron como sus esperanzas se desvanecían. Alen sufría un fuerte accidente que le obligaba a retirarse al perder el sistema de luces en mitad de un tramo. De este modo Blomqvist se encontraba el camino despejado para volver a ganar su rally, esta vez con un Saab 99EMS. Le acompañaban en el podium dos Opel Kadett prácticamente de grupo 2 exceptuando la caja de cambios, pilotados por Danielsson y Kullang. Simo Lampinen sumó unos puntos para Fiat concluyendo en cuarta posición y Hamalainen hizo lo mismo para Ford finalizando en el quinto puesto. Además del abandono de Alen hay que mencionar los de Eklund con Saab 99EMS, Mikkola con Toyota Corolla, Makinen con Fiat 131 y Airikkala con Toyota Celica. El cuarto puesto de Lampinen permitía a Fiat liderar el campeonato con 30 puntos frente los 26 de Opel.



Blomqvist se impuso en la nieve sueca con un Saab 99EMS

Kullang terminó tercer con un Opel Kadett GT/E casi de serie

Lampinen finalizó cuarto con el Fiat 131 Abarth que seguía sin ganar


La tercera prueba de la temporada fue el rally de Portugal. Las pistas lusas vibraron ante la lucha de Vatanen y Alen. Finalmente el Escort del primero terminó fuera de la carretera dejando la victoria al equipo Fiat. Waldegaard con el Escort no lograba alcanzar a Alen y Andersson, siempre rapidísimo en Portugal finalizaba en tercera posición con el Toyota Celica. La cuarta y quinta posición fue para Fiat a manos de Andruet y Verini. Mientras que Opel sólo lograba la sexta y séptima plaza con los Kadett conducidos por Queiros y Wittman. Entre los abandonos más notables cabe destacar a Bachelli con el 131, Clark con el Escort y Mikkola con un Toyota Celica.



Por fin Alen lograba una victoria para el Fiat 131 Abarth

Waldegaard lograba un segundo puesto con su Ford Escort RS1800

Y completaba el podium el Toyota Celica de Ove Andersson

El rally Safari, que cumplía su 25 edición, se desarrolló en plena época monzónica lo que dejó unas pistas embarradas que hicieron estragos entre los participantes. Fiat mandó al Stratos a competir ya que no confiaba en la fiabilidad del 131 y esperaba finalizar la vida deportiva del vehículo logrando una victoria en un rally tan difícil como prestigioso. Pero el barro fue demasiado enemigo para los pequeños deportivos y tan solo Munari logró finalizar el rally en tercera posición. El irrompible Datsun Violet de Aaltonen terminó segundo y Waldegaard se alzaba con el triunfo ya que su Escort no sucumbió ante la dureza de las condiciones de carrera. Entre los afectados por la dureza del rally podemos mencionar a Ulyate y Lampinen con el Stratos y Mikkola Makinen y Nicolas con el Peugeot 504. También abandonaron Kallstrom y Mehta con Datsun y los Escort de Clark, Vatanen y Preston. Toda una masacre, sólo 12 coches llegaron a la meta después de los casi 6000 kilómetros recorridos. Tan sólo Mitsubishi logró finalizar con sus cuatro coches, irrompibles pero no lo bastante rápidos como para alcanzar los primeros puestos.



Aaltonen finalizó segundo por detrás del Waldegaard en esta “húmeda” edición del Safari

Fiat llevó al Safari el Lancia Stratos buscando la victoria en el único rally que le faltaba. Al final Munari finalizó tercero

Nicolas tuvo que abandonar uniéndose a los múltiples “fiascos” de la escuadra Peugeot


Tras la victoria en el Safari Ford empataba a la cabeza del campeonato con Fiat. Peter Ashcroft a pesar de ello confirmaba que no tenía intención de luchar por el campeonato. Pero la realidad fue que desplazó a Nueva Zelanda a Vatanen tratando de contrarrestar los puntos que pudieran lograr los Fiat oficiales ayudado por una multitud de Escort en manos de pilotos locales. Mazda presentaba sus RX3 de manos de Millen y Woolf. Era un rally durísimo con seis días de competición y 74 especiales que sumaban 2157 kilómetros cronometrados. Vatanen salió dispuesto a todo y tras cometer dos errores se colocaba a 32 minutos de la cabeza. El finlandés remontó conduciendo de forma arriesgada hasta terminar en segunda plaza tras el Fiat 131 Abarth de Bachelli que se hizo con la victoria. En uno de los tramos el piloto finlandés adelanto a los tres Fiat que tomaron la partida con anterioridad.



Bachelli le dio el triunfo a Fiat en tierras neozelandesas

Vatanen quedó segundo tras protagonizar una remontada impresionante

Rod Millen finalizó quinto con el Mazda RX3


La siguiente prueba en celebrarse era el Acrópolis. El equipo Fiat cayó víctima de un lote de palieres defectuosos y excepto el coche de Lampinen todos los demás fueron abandonando uno tras otro. Ante este acontecimiento los Ford Escort de Waldegaard, Clark y Vatanen sólo se encontraron con la oposición de Mikkola con el Toyota Celica que les plantó cara hasta que tuvo que abandonar por una rotura de la caja de cambios. Vatanen también sufrió un accidente que le supuso un nuevo abandono. Esto dejó el tercer puesto a Kallstrom que acompañó en el podium a Roger Clark que finalizó en la segunda plaza, y al vencedor Waldegaard. Además de Kallstrom, Datsun confirmó su gran actuación con el quinto puesto del local Livieratos “Siroco” con el Violet. La cuarta posición la ocupó Lampinen que con un 131 no desarrollado, no sufrió los problema de palier de sus compañeros.



Waldegaard dio a Ford una nueva victoria en el Acrópolis

Mientras que Kallstrom llevaba al Datsun Violet al tercer cajón del podium


A finales de agosto se disputó el rally de Finlandia sobre 452,90 kilómetros cronometrados repartidos en 46 etapas especiales. El escándalo salpicó el rally cuando algún descerebrado colocó una piedra en mitad de la pista que se encontró Alen a toda velocidad y cuando lideraba la carrera. El accidente pudo costar la vida al valiente piloto finlandés. Con la ausencia de Alen, los Saab de Blomqvist, Eklund y Lampinen cayendo uno tras otro por avería, los abandonos del Escort de Vatanen, del 131 de Makinen y del Vauxhall de Airikkala; se hizo con la victoria el Ford de Hamalainen. Fiat había reclutado a Salonen a última hora y su segundo puesto sirvió a la marca italiana para mantenerse en lo alto de la clasificación. Waldegaard terminó tercero y el Toyota del desconocido Saaristo cuarto. Un joven que más tarde sería una leyenda del mundo del rally concluyó en quinta plaza con un Chrysler Avenger. Su nombre: Henri Toivonen. A falta de cuatro carreras Ford con 100 puntos lideraba la clasificación con un margen de cuatro puntos sobre Fiat. Faltaban cuatro pruebas para finalizar el campeonato mundial y el resultado final estaba en el aire.



Hamalainen dio una victoria a Ford que la puso líder provisional del campeonato

Aunque el segundo puesto del privado Salonen disminuyó los daños para Fiat

Alen sufrió un fuerte accidente al “tropezar” con una piedra colocada por algún mal aficionado

El campeonato cruzó el Atlántico y en tierras canadienses se celebró el Criterium de Québec. Fiat alineó cinco coches ya que Rohrl se unió a Alen, Makinen, Salonen y Lampinen; al dejar Opel cansado de la falta de fiabilidad del Kadett. Por otro lado Ford sólo presentó a Vatanen y Clark ya que envió a Waldegaard a San Remo para realizar unos ensayos de cara a la próxima prueba a celebrarse en tierras italianas. En una primera instancia Fiat se hizo con el control del rally, pero tanto Alen como Rohrl abandonaron cuando marchaban en cabeza. Su lugar lo ocupó Vatanen con el Escort seguido de Salonen, Clark y Lampinen. Así llegaron al último tramo cronometrado. Un tramo de 114 kilómetros en el que Vatanen rompió el encendido de su coche y vio como la victoria caía en manos de Salonen y Ford perdía opciones en un mundial que prácticamente estaba en sus manos. Por otro lado Lampinen lanzó un ataque en toda regla que le sirvió para alzarse con el segundo lugar desbancando a Clark que al final fue tercero con el Escort. Buffum llevó su Triumph TR7 al cuarto puesto y Perusse daba a Saab un quinto puesto en la clasificación. De este modo inesperado Fiat conseguía la puntuación máxima y gracias al esfuerzo final de Lampinen disminuía los que lograba Ford.



Salonen daba un importante triunfo a Fiat aprovechando la avería de Vatanen en el último tramo

Buffum terminó cuarto con el Triumph TR7

Y Shinozuka termino al volante de un Mitsubishi Lancer en la sexta plaza


El regreso a Europa, a tierras italianas de San Remo con el favoritismo de Fiat. Lancia debía plegarse a las necesidades de la casa matriz pero quizás el mundial hubiera finalizado de forma distinta si Munari hubiese logrado un mejor resultado en este rally. Lancia mandó a cuatro Stratos para Munari, Pinto, Carello y Pregliasco. Fiat alineó a Alen, Rohrl, Verini, Fassina y un coche que se montó para Fiat-Francia que pilotaba Andruet. Ford presentó dos coches: uno para Waldegaard y otro para Vatanen. Renault presentaba un equipo oficial con el Renault 5 Alpine para Frequelin y Ragnotti. Opel inscribía a Ballestrieri y Ormezzano entre otros a bordo de su “decepcionante” Kadett GT/E. Munari dominaba la prueba con autoridad y parecía que no dejaría ganar a Fiat demostrando así su disconformidad con la decisión de relegar al Stratos. Pero su motor rompió en el tramo 9, cuando llevaba seis minutos de ventaja sobre Carello, también con Stratos. Éste al verse líder no pudo controlar los nervios y se estrelló contra un árbol al no controlar el coche bajo la lluvia. El rally se puso del lado de Fiat con Andruet en primera posición, secundado por Verini y Fassina. Tras un breve intercambio de posiciones entre Andruet y Verini el rally cayó del lado del francés. Así concluyó el rally. La cuarta posición de Pregliasco con el Lancia relegó al primer Escort, Waldegaard, al quinto puesto restando algún punto más a la marca del óvalo. De este modo Fiat recuperó el primer puesto con seis puntos de ventaja. Esta diferencia casi decidía el mundial pero aun faltaban dos pruebas: una teóricamente para Fiat, Córcega, y la otra casi dominio de Ford, el rally RAC.



Andruet le daba otra victoria a Fiat casi otorgándole el título de campeón

Ragnotti finalizó séptimo con el Renault 5 Alpine

Munari abandonaba cuando lideraba el rally con 6 minutos de ventaja


A la isla francesa Ford presentó un equipo a todas luces insuficiente. Cedió el volante de sus coches a Nicolas y a Brookes, que no había corrido nunca esta prueba. Además desplazó insuficientes recursos para cubrir las asistencias. Ninguno de los dos coches llegó a la meta. La cara opuesta era Fiat. Presentó un equipo muy potente: Bachelli, Verini, Darniche y Andruet. Lancia presentaba a Munari y Pinto. Makinen corría con un Peugeot 104 y Alpine presentaba el A310 pilotado por Manzagol y Beguin. Fiat poco a poco fue perdiendo candidatos y parecía que Munari ganaba el rally con autoridad. Pero de nuevo la suerte le dio la espalda al chocar contra un puente. A pesar de que durante unos tramos Nicolas lideró el rally al final todo se repartió entre Fiat y Lancia. Primero finalizó Darniche, seguido de Pinto y cerrando el podium finalizó Bachelli. En cuarta plaza se colocó Carello con el Stratos mientras que otro Fiat 131 lograba la quinta plaza a manos de Francis Vincent. Fiat salía de Córcega con los puntos necesarios para conseguir el título: 22 puntos de ventaja con ya sus tres peores resultados descartados, eran más de los 18 que podía conseguir Ford en el RAC.



Darniche ganó en Córcega. Una clásica instantánea del rally galo

Pinto llevó al Stratos a la segunda posición

Todavía participaba algún Alpine A110. En esta edición Manzagol fue excluido al perder la tarjeta de tiempos


En el RAC, con todo decidido Ford se hizo de nuevo con la victoria. Waldegaard tras ver como los dos primeros líderes del rally tenían que abandonar, Airikkala con Vauxhall y Alen con Fiat, tan sólo tuvo que controlar al Toyota Corolla de Mikkola. Tras estos dos pilotos se clasificaron: tercero, Brookes con el Ford Escort y en las posiciones siguientes más Ford Escort MKII: Clark, Dawson y Hamalainen. Los protagonistas de otros rallies en el RAC se veían hundidos en la clasificación: Munari el 25, Bachelli el 17, Makinen el 11, etcétera. Rohrl que había vuelto a Opel se vio de nuevo obligado a abandonar. Así terminaba la edición de 1977 del Campeonato Mundial de Rally.



Waldegaard ganó pero ya no podía dar el título a Ford

Airikkala llegó a marchar líder pero finalmente se vio obligado a abandonar

Al igual que Culcheth que no pudo finalizar pilotando este bonito Triumph TR-7

La clasificación del Campeonato del Mundo de 1977 quedó del siguiente modo:

Fiat

136

puntos

Ford

132

puntos

Toyota

68

puntos

Opel

65

puntos

Lancia

60

puntos

Y la clasificación del Campeonato de pilotos (Copa FIA, no campeonato mundial propiamente dicho) quedó así:

Sandro Munari

31

puntos

Bjorn Waldegaard

30

puntos

Bernard Darniche