lunes, 8 de diciembre de 2008

Campeonato del Mundo 1975

AÑO 1975, FIAT VS. LANCIA; 124 SPYDER VS. STRATOS (I)

Diez pruebas componían el calendario de la temporada de 1975. Desaparecieron las pruebas americanas y el mundial volvía a Marruecos. El mundial se presentaba a priori como un mano a mano entre Lancia y Fiat. Lancia montó un equipo con Munari como piloto estrella, secundado por Pinto, Waldegaard, Andruet y Ballestrieri. Todos daban a Waldegaard como acabado, no ganaba una carrera desde 1970, pero el jefe de Lancia creyó que era el piloto adecuado para terrenos resbaladizos. El equipo Fiat no era menos importante: Paganelli, Verini, Bachelli, Alen, Mikkola y Darniche, lucharían para la marca italiana. Renault siguió desarrollando en paralelo el Renault 17 Gordini y el Alpine A310. Ford se mantuvo recluido en sus dominios nórdicos. Peugeot mandó su 504 a pelear en tierras africanas y Opel, Saab y los japoneses redujeron su presencia a las pruebas que mejor se ajustaban a sus características o a sus intereses comerciales.

Tras la ausencia del año anterior el mundial comenzaba de nuevo en Montecarlo. Sus 472 kilómetros contra el crono siempre se convertían en una prueba dura para los coches. Fiorio y Audetto soñaban con llevar sus tres Stratos a la meta: Munari, Andruet y Pinto. En el primer tramo Munari se imponía a sus rivales batiendo al considerado imbatible sobre nieve, Markku Alen. Tercero quedaba Kullang que al volante del Opel Ascona estaba aprovechando bien los consejos de Röhrl. Andruet que se ha pasado a Lancia era cuarto con opciones de revalidar su título de la temporada anterior. El tercer piloto de Lancia, Raffaele Pinto, estaba algo alejado porque tenía problemas para adaptarse a las particularidades de su nueva montura.


Munari se imponía con el Stratos en el rally de Montecarlo

En el segundo tramo el sueño de Fiorio de llevar los tres pilotos hasta el final del rally se diluyó rápidamente. Andruet llegaba a una curva muy pasado y se salía golpeándose en una roca. Los daños del coche le obligaban a abandonar. Munari evita el peligro de milagro, pero Pinto no tiene tanta suerte y en el mismo lugar sale de pista quedando su coche junto al de Andruet. Pero aún le quedaba a Lancia la opción de el “Drago”. Munari se hacía con la victoria en los tramos uno detrás de otro y pronto dejó a sus rivales lejos. El piloto italiano dedicó buena parte del rally a conservar su distancia y aún así distanció en más de tres minutos a Mikkola y Alen, que daban dos plazas de podium a Fiat con sus 124 Abarth. Cuarto fue Bachelli también de Fiat y quinto Piot con un Renault 17 Gordini.


Mikkola finalizó en segunda posición a más de 3 minutos de Munari

Entre los abandonos hay que sumar a los Stratos mencionados con anterioridad a Thérier con el Alpine A310, Darniche con el Fiat 124 Spider, Rohrl con el Opel Ascona, Nicolas con un Alpine A110, Warmbold con un Alpine A310 y Ballestrieri con un Lancia Beta.


Thérier no lograba llevar el Alpine A310 a la meta

Nicolas con el hermano mayor tampoco conseguía alcanzar el final en Mónaco

Llegó Suecia, 800 kilómetros sobre hielo y nieve, y se demostró que la decisión de Fiorio de contratar a Waldegaard no fue un error. Ganó con comodidad superando a Blomqvist con su Saab 96 V4 y a Lampinen con el Lancia de segunda división, el Lancia Beta. Durante algunos rallies los dos coches participaron juntos ya que la directiva de Fiat pensaba que el Stratos era un coche muy distinto a los vehículos de serie. Eklund terminó en cuarta plaza finalizando el primer Fiat 124 en quinta posición de manos de Carlsson. El sexto fue Alen a bordo de Fiat también. Fue un duro golpe para Fiat que desde ese momento decidió que Fiat debería ser una escuadra de apoyo a Lancia con el objetivo común de ganar el campeonato para la casa matriz.


Waldegaard se impuso en Suecia, demostrando que su fichaje fue un acierto

Lampinen llevó al Beta a uno de sus mejores resultados, tercero e Suecia

Per Eklund fue el segundo Saab, finalizando cuarto

La tercera prueba de la temporada era el rally Safari. Y se asistió al primer desastre en la carrera deportiva del Stratos. Waldegaard dominaba el rally, pero con la meta de Nairobi a su alcance, rompió el cambio viendo como quedaba relegado al tercer puesto. Ove Andersson con un Peugeot 504 se encontró una victoria inesperada ya que el equipo Peugeot había visto como sus coches iban cayendo, bien por avería o por accidente. Tanto Timo Makinen, como Hannu Mikkola habían tenido que abandonar.


Andersson se hacía con un Peugeot 504 con la victoria en Kenia

Una victoria que debería haber sido de Waldegaard si su cambio hubiera aguantado un poco más

El segundo puesto fue para Munari con el otro Stratos. Andrew Cowan colocó el Mitsubishi Lancer en la cuarta plaza mientras que el quinto lugar fue para otro Peugeot, el de Shankland. Fiat no acudió al evento y cedió sus pilotos a Lancia como en el caso de Robin Ulyate, contratado por Fiat y cedido a Lancia para correr con uno de los Beta de grupo 4. Los pilotos locales favoritos no tuvieron demasiada suerte. Mehta, Singh, Ulyate, entre otros se vieron obligados a abandonar.


Renault trataba de evolucionar su R17 Gordini más que los Alpine

Otro rally de los temidos por los equipos; a finales de mayo se corrió una nueva edición del Acrópolis. Sólo tres equipos oficiales se inscribieron: Lancia, Toyota y Opel. Los italianos inscribieron el Stratos con Waldegaard y Pinto que llegaron a la presentación del rally con los coches aún dotados de las protecciones y sistemas con los que corrieron el Safari. Las cosas no les fueron bien y ambos coches tuvieron que abandonar. Todo parecía hecho para Achim Warmbold hasta que decidió aparcar el coche contra un olivo. Dejó la victoria libre para Rohrl que a bordo de un Opel Ascona SR 1.9 ganó su primera prueba mundialista. El local Tassos Livieratos “Siroco” terminaba segundo con un Alpine A110 y el griego-chipriota Michael Koumas terminaba de forma sorpresiva en tercera plaza con un Mitsubishi Colt Lancer.


Röhrl detrás de Waldegaard. Al final el alemán se hizo con su primera victoria mundialista

El campeonato volvió a tierras africanas y se volvía a contar con el rally de Marruecos. Era un rally demasiado largo, por esa razón se discutía si debía incluirse en el campeonato. Para ilustrar esta situación hay que mencionar que la etapa más larga de este rally constaba de 800 kilómetros cronometrados. En esta ocasión corrieron los Fiat 124 Abarth con Alen, Waldegaard y Darniche que se enfrentaban a los Peugeot de Mikkola, al que Fiat no inscribió y dejó libre, y Makinen. Rohrl y Aaltonen se inscribían con el Opel Ascona, Neyret con un Alpine A110 y Mehta con un Datsun Violet por mencionar las inscripciones más importantes. El fracaso de Fiat fue completo viendo como abandonaban los tres vehículos inscritos. Las dos primeras posiciones las ocupaban pilotos de Peugeot, primero Mikkola y segundo Consten. El tercer puesto lo consiguió Neyret con su Alpine. Deschaseaux situó el Citroen DS23 en cuarto lugar y Makinen fue quinto. Extrañamente desde que Fiat y Lancia habían decidido cooperar no habían logrado vencer en ninguna carrera.


Mikkola se hacía con la victoria en el duro rally de Marruecos

Por motivos políticos el rally de Portugal se disputó en Julio, la celebración de las elecciones tras la revolución de los claveles obligó a retrasar el rally. En Fiat no repitieron el error de dejar a Mikkola libre y el finlandés terminó segundo justo detrás de su compañero Alen. Siendo ésta también la primera victoria en el palmarés del piloto nórdico. Ove Andersson subía al podium con los dos pilotos de Fiat al colocar su Toyota Corolla en tercer lugar. Aaltonen llevaba hasta el cuarto lugar el Opel Ascona y quinto finalizaba el piloto local Pedro Cortes con un Datsun 240Z. Los españoles Ricardo Muñoz y Salvador Cañellas participaron con Seat 1430 pero ninguno de los dos logró finalizar la carrera.


Alen se impuso en Portugal con el Fiat 124 Abarth

Warmbold abandonó la prueba lusa con su “curioso” BMW 2002 TI

Muñoz en uno de los primeros escarceos internacionales de SEAT

En Agosto la caravana mundialista se desplazó a Finlandia. Comenzó liderando el rally Ari Vatanen con su Ford Escort RS1600 pero en la cuarta especial sufrió un accidente que dejó el rally en manos de Blomqvist y su Saab. Este fue líder y estaba destacado cuando la organización no tuvo otro remedio que excluirle a ser sorprendido pasando por un pueblo a 73 kilómetros por hora (el límite estaba en 60). Eso sucedió en el tramo 12 y partir de entonces tomó la cabeza Markku Alen. Durante 9 tramos el piloto de Datsun fue líder, pero como pasaba con los líderes de la carrera, sufría un accidente que le obligaba abandonar. Esto dejó en cabeza a Hannu Mikkola al que Fiat le había dejado en la estacada a pesar de haberle prometido una montura por su buen papel en Portugal. Pero el coche no llegó y el piloto disputó el rally de su país con un Toyota Corolla 1600. Los Saab 96 V4 continuaban al pie del cañón como atestiguaba la segunda plaza de Lampinen y la cuarta de Per Eklund. Entre estos dos pilotos y completando las plazas de podium se situaba Makinen con un Ford Escort RS1800. Ni Fiat, ni Lancia acudieron a la prueba finlandesa. El quinto puesto fue para Anders Kullang con Opel Ascona.


Lampinen llevó el Saab 96 a la segunda plaza por detrás de Mikkola

Lancia llegó a San Remo con menos puntos de los esperados al principio de la temporada. Por esa razón en Lancia se vieron obligados a apretar las tuercas y forzar la evolución del Stratos al que le dotaron de un motor de 24 válvulas y 300 caballos con el que Munari pudiera lucirse en su rally. Pero el motor del piloto italiano no aguantó y con problemas de juventud obligó al piloto italiano a abandonar la prueba. Por fortuna el Stratos no evolucionado de Waldegaard aguantó y permitió a Lancia volver a la senda de la victoria. En segunda posición concluyó el campeón italiano Verini que con un Fiat 124 Spider hacía la carrera de su vida y tercero un renacido Thérier a bordo de un también renacido Alpine A110 1800. Mauro Pregliasco llevó el Lancia Beta hasta el cuarto lugar y quinto terminó Carlo Bianchi con un Porsche 911. Fue la última participación del Alpine A110 como coche de fábrica.


Waldegaard salvó el honor de Lancia ganando con un modelo “no evolucionado” el rally

Verini hizo el mejor rally de su carrera para quedar segundo en Sanremo

Munari no logró acabar en el debut de la primera evolución del Stratos

Con el título ganado, los Stratos oficiales de Pinto y Munari se pasearon por Córcega hasta que tuvieron que abandonar. Por suerte Darniche se encontraba por allí para defender el pabellón Lancia con un Stratos privado. Solo 32 segundos obtuvo de ventaja frente a Nicolas que conseguía uno de los últimos grandes puestos del Alpine A110 inscrito a nivel privado. Andruet con un Alfa Romeo Alfeta GT se hizo con la tercera posición. Cuarto y quinto terminaron Alpines A110 de manos de Mangazol y Henry respectivamente, también inscritos como equipos privados.


Darniche, logró con su Stratos privado hacerse con el triunfo en Córcega

Donde corrían coches tan poco usuales como este NSU pilotado por Antonetti

Y donde pilotos como Didier Pironi probaban suerte en los rallies. A bordo de un Renault 12 Gordini



Campeonato del Mundo 1974

1974, LA GRAN CRISIS DE PETROLEO (I)

De las 13 pruebas que componían el calendario del Mundial de 1973 se pasó a las 8 de 1974. La crisis derivada del conflicto árabe-israelí y la decisión de la OPEP de reducir la producción obligó a los gobiernos a restringir el uso de carburantes en distintas facetas de la actividad diaria. Restricciones de velocidad, cuando no de uso de vehículos a motor, las críticas sociales ante la celebración de eventos competitivos y que las marcas nodriza cortaron el grifo de presupuesto de sus departamentos de competición hicieron que muchas pruebas se vieran suspendidas. Entre otras causas de la crisis podemos mencionar la restricción de uso de vehículos en Austria y la fusión entre Citroen y Peugeot que dejó a más de 8000 trabajadores en la calle. A nivel deportivo se suspendieron rallies como el Montecarlo, Suecia, Austria, Acrópolis y Nueva Zelanda. Este último se estrenaba en la competición mundial que ampliaba su ámbito geográfico acercándose a ese mercado. El rally de Polonia dejó su lugar al rally de Canadá, Rideau Lakes, a celebrarse antes del Press on Regardless. De este modo la FIA trataba de motivar a las marcas a desplazarse al continente americano.


Piot haciendo ensayos en Montecarlo en los días previos a la anulación

Pese a todo, Fiat decidió montar una auténtica armada para luchar en todos los frentes del mundo de los rallies. Tanto el Campeonato Mundial, el Europeo y el Italiano iban a ver una auténtica flota de 124 Abarth Spyder en manos de siete pilotos italianos y de Markku Alen para disputar algunas pruebas. La escuadra tenía una infraestructura extraordinaria: 50 técnicos y toda la empresa Abarth volcados en la obtención del título. El resto de las marcas se habían planteado la temporada como un período de transición esperando acontecimientos. Cuando en marzo se hicieron públicas las cuentas de Fiat se temió que el equipo desapareciera, pero la marca italiana siguió apostando por la especialidad y el programa de competición siguió adelante. Renault tomó el control de Alpine de forma definitiva y esto hizo que los pequeños A110 fueran sustituidos por un coche más comercial, el Renault 17 Gordini.

La primera prueba que se disputó este año fue el rally de Portugal. En esta ocasión no se disputaron etapas cronometradas. El rally discurrió sobre 455 kilómetros en la modalidad “maratón”. Opel presentó un equipo con opciones: Warmbold, Rhorl y Fall pilotaban sendos Ascona. Pero todos se vieron obligados a retirarse por diferentes problemas. Waldegaard también abandonaba a bordo del Toyota Celica. Con estos abandonos el equipo Fiat encontraba el camino limpio hacia la primera victoria de la temporada. Pinto, Paganelli y Alen ocuparon las tres plazas del podium. Detrás de ellos se colocaban Andersson con el Toyota Corolla, Kallstrom con un Datsun 240Z y Neyret con un Alpine A110.


Pinto se hizo con el rally de Portugal en la única victoria de Fiat

Markku Alen hacía tercero con otro Fiat 124 Abarth Spyder

Kallstrom hizo cuarto con el Datsun 240Z

Fischer llevaba el BMW 2002 hasta la séptima plaza

Llegó la hora del Rally Safari. Fiat presentó en Kenia a Barbasio y a Paganelli. Peugeot presentaba el equipo más fuerte. A bordo de sus 504 se encontraban Mikkola, Andersson y Makinen. Thérier y Darniche se presentaban en Francia a lomos de Alpine A110 mientras que Nicolas pilotaba un Renault 17 Gordini. Lancia presentaba dos Fulvia pilotados por el local Mehta y por Munari. Una inscripción que prometía una lucha fraticida entre los mejores pilotos del momento. Pero por una razón u otra ninguno de estos pilotos se haría con la victoria. Esta se la anotó Joginder Singh pilotando un Mitsubishi Colt Lancer dando a la marca nipona su primera victoria en el mundial. Waldegaard concluyó el rally en segunda plaza a bordo de un Porsche 911 y fue Munari el que llevó su Lancia Fulvia a la tercera plaza.


Singh logró la primera victoria de Mitsubishi en el mundial

Waldegaard llevó el Porsche 911 a la segunda plaza

Kallstrom de nuevo finalizó cuarto con el Datsun en las duras tierras africanas

En Agosto se disputó la tercera prueba de la temporada tras la suspensión del Acrópolis. Los pilotos nórdicos dominaron sin contemplaciones el rally de los 1000 Lagos. En esta ocasión Fiat se vio superada por los Ford Escort RS 1600 de Mikkola y Makinen. Alen al terminar en tercera plaza concedió unos puntos importantes para las aspiraciones de la marca italiana. Los Saab 96 V4, cada vez más obsoletos, permitían a Blomqvist y Lampinen terminar cuarto y quinto. Sexto terminó otro Fiat 124, el de Kinnunen, y en séptimo lugar otro Saab, el de Rainio. Opel que presentaba a Kullang y Waldegaard terminó en octava y décima posición respectivamente. Aunque la victoria fue para Mikkola, el vencedor moral fue su compañero Makkinen. Una sanción le privó de la victoria cuando fue “cazado” atravesando un pueblo 3 kilómetros por hora por encima de la velocidad permitida.


Mikkola ganó el 1000 Lagos con un Escort RS1600

Alen salvó la actuación de Fiat logrando un tercer puesto

Blomqvist llevó el Saab 96 V4 a la cuarta plaza

Pentt Airikkala logró la décimo sexta plaza con un Vauxhall Mágnum Coupé

Así el Mundial alcanzaba el mes de Octubre con tan solo tres pruebas disputadas. Y fue en la cuarta, San Remo, cuando Lancia presentaba el Stratos. Munari y Ballestrieri se enfrentaban a Fiat en Italia. El coche diseñado por Bertone y motorizado por Ferrari se presentaba en el campeonato del mundo como un vehículo especialmente diseñado para competir. Fiorio hacía más de dos años que había recibido las instrucciones y el dinero para desarrollar un coche vencedor. La entrada de Lancia en el grupo Fiat aseguraba la inyección económica necesaria. Además como se ha mencionado antes la pertenencia de Ferrari a la misma Fiat garantizaba el suministro de motores. Los 500 ejemplares necesarios para homologar el Stratos como grupo 4 se montaron rápidamente. Se rumoreó que fueron desmontados con la misma rapidez para suministrar recambios durante el transcurso de la temporada.

Más de siete minutos fue la ventaja lograda por Munari sobre Bisulli, único representante de Fiat en terminar la prueba. La tercera plaza la ocupó el Opel Ascona de Fagnola ya a 43 minutos del ganador de la prueba. Mehta con un Lancia Beta concluía cuarto a casi 46 minutos de su compañero de marca. Fue el comienzo del mito Stratos. Hay que destacar que en el primer tramo del rally ya habían abandonado cuatro coches de la marca Fiat. Paganelli, Verini y Bachelli se salieron de la carretera y Pinto chocó contra Verini mientras éste último trataba de volver a la carretera de volver a la carretera. Más adelante y por problemas mecánicos abandonaron Alen y Barbasio.

De este modo se llegó a Canadá. En el Rally Rideau Lakes Lancia presentó un Stratos pilotado por Munari y dos Lancia Beta, un grupo 3 de 8 válvulas para Pregliasco y un grupo 4 de 16 válvulas para Lampinen. Durante unos rallies Lancia simultaneó ambos coches por considerar que el Stratos se distanciaba mucho de los vehículos comerciales. Fiat presentó a la carrera tres coches: Alen, Paganelli y Perusse. Además numerosos pilotos locales comenzaban a descubrir la disciplina. Destacaba el equipo de John Buffum con un Ford Escort. Además abundaban Datsun e incluso Jeep preparados de forma artesanal. Las etapas discurrían por nevadas y enfangados caminos de tierra atravesando los bosques canadienses. Pregliasco se retiró muy pronto con rotura de su motor. En un primer momento, Lampinen se alzó con el primer lugar apuntando hacia el primer triunfo de un Lancia Beta en el Campeonato Mundial. Pero Fiorio ante la posibilidad de que un Beta ganara al Stratos en la segunda carrera de éste en el campeonato decidió ordenar a Lampinen que se detuviera en la última especial regalando la victoria a Munari. El tercer lugar del rally lo logró el canadiense Boyce con un Toyota Celica. Ninguno de los Fiat logró finalizar la prueba.


Los coches de Lampine y Munari en Cánada

A los que acompañaba con un Lancia Beta, Pregliasco

El mundial continuó en territorio americano con el rally Press on Regardless. A Lancia y Fiat se les sumó Alpine que presentaba tanto A110 (Hoepfner, Neyret y Chasseuil entre otros) como Renault 17 Gordini (Darniche, Nicolas y Thérier). Fiat inscribía a Paganelli, Alen, Barbasio, Perusse y Verini. Lancia repetía la inscripción de Canadá con un Stratos para Munari y dos Beta, para Pregliasco y Lampinen. El rally fue completamente perturbado por la acción de los sheriffs locales que persiguieron a los pilotos de modo implacable. Munari llegó a ser descalificado y detenido por exceso de velocidad. Thérier se aprovechó de esta circunstancia para lograr la primera victoria del Renault 17 en el campeonato mundial. Alen fue segundo con su Fiat, Nicolas se alzó con la tercera plaza con otro Renault 17 y Lampinen daba la cuarta plaza a Lancia a bordo de su Beta 16 válvulas.


Darniche fue tercero con un R17 Gordini

Lampinen fue cuarto con un Lancia Beta Montecarlo

En Noviembre los equipos se disponían a celebrar el rally de Gran Bretaña, 78 especiales para sumar un total de 2218 kilómetros cronometrados. El rally era casi propiedad de los Ford Escort y esta edición no iba a ser distinta. Era el tercer año consecutivo en el que el RAC tenía su base en York y la carrera volvía a la ciudad para finalizar cada etapa. Tradicionalmente el evento se iniciaba con una primera etapa que duraba tres días y dos noches, pero el sentido común prevaleció en 1974. Dos bucles de dos días y una noche, seguidos de una mañana de competición, llevaban a los participantes al sur de Gales, luego entraban en Gales atravesándolo en dirección norte para penetrar en Escocia. Se dividía en 84 etapas con 27 puntos de control y atravesaba una zona en la que según Motor Sport vivían 5 millones de personas. Esto hizo que las pistas tuvieran una afluencia masiva de espectadores. Allí donde se mirara en el área de verificaciones aparecía coches de fábrica: Toyota, Opel, Datsun, Ford, Vauxhall, Triumph, Volvo, Mazda, Skoda, Porsche, Fiat, Hillman, e incluso Wartburg estaban representados. Pero el más bonito de todos era el Lancia Stratos de Sandro Munari. Había algo en mágico en la visión y sonido del Stratos, era un obra de arte y parecía adaptarse mejor al asfalto.
Antes del tramo SS1 el favorito era Timo Makinen debido a su victoria en el 73, y le seguía Roger Clark que parecía capaz de lograrlo de nuevo, tras su victoria en el 72 (Clark en el RAC de 1972). Hannu Mikkola también optaba a la victoria y cuando la bandera bajó atacó duro en las primeras etapas.
El primero en fallar fue Clark, dejando la carretera y los puestos altos de la clasificación. Pasó los siguientes días en una misión de recuperación que le devolvería al top ten. Blomqvist se salió en Myherin, SS20, y estuvo a punto de quedar fuera del rally, pero un esfuerzo heroico del piloto sueco y su copiloto consiguieron poner en orden de marcha su Saab aunque su recuperación estuvo dificultada por ciertas condiciones de visibilidad. Perdió cuatro minutos pero seguía a Makinen a tan solo dos minutos y medio al final de la primera etapa.


A pesar de este aspecto Blomqvist pudo finalizar segundo

Mikkola había sido líder hasta el tramo SS7 cuando por una avería fue rebasado por el Stratos de Munari, que aunque parecía un frágil piloto de asfalto se lanzó en persecución de una victoria que en un principio no parecía hecha para el. Cuando Munari se puso en cabeza todos pensaron que era cuestión de tiempo que cayera, pero Munari se mantuvo en cabeza muy firme en su conducción causando sorpresa mientras mantenía el liderato en los bosques de New Brighton. Lancia tenía que ir seguro ya que necesitaba finalizar para asegurar el título. Así que decidió aflojar y dejó la carrera para Makinen y Blomqvist con los que mantenía contacto y le aseguraban un buen resultado para Lancia.


Munari llegó a ir líder aunque las órdenes de equipo le hicieron conservar

Makinen se alzó de nuevo con el triunfo en el RAC

Makinen tenía que luchar con la última carga de Blomqvist. Makinen acompañado de Liddon en el Escort RS1600 llegó a la rampa final de York con un minuto y medio de ventaja. Hay que destacar la presencia de Pat Moss-Carlsson que en a principios de los sesenta había luchado con su marido por la victoria total. Ganó en la categoría de damas a bordo de un Toyota Celica. Fiat sólo pudo colocar a Aaltonen en la plaza 12 dejando el campeonato en manos de Lancia casi de forma definitiva.


Waldegaard finalizó cuarto con un Toyota Corolla

El alemán Röhrl finalizó quinto con el Opel Ascona

Y Walfridsson llevó su Volvo a la sexta plaza

Pat Moss-Carlsson fue la primera dama a más de una hora de Makinen


De este modo se llegaba a la última prueba de la temporada el rally de Córcega. Lancia presentaba dos Stratos a los mandos de Munari y Andruet. Fiat inscribía a Alen, Bachelli, Darniche, Pinto y Pianta entre otros. Y Renault un auténtico rosario de coches distintos: Renault 17 Gordini (Piot), Alpine A110 (Larrouse y Nicolas) y Alpine A310 (Thérier). El rally demostró que los Alpine A110 ya no estaban para ganar carreras y Nicolas a pesar de correr como un loco quedó a más de tres minutos de Andruet que ganaba en su debut con el Stratos. A más de 22 minutos concluía Thérier con el A310 y en cuarta plaza finalizaba el Alpine A110 de Manzagol. Con este resultado Lancia se alzaba con un título que al comienzo parecía casi propiedad de su “prima” Fiat.


Andruet se hizo con la victoria con el Stratos en Córcega

El Alpine de Nicolas fue segundo en el asfalto corso

Thérier llevaba el Alpine A310 a la tercer plaza final

Quinto fue Larrouse con el Alpine A110

Séptimo concluyó el francés Clarr con un Opel Ascona

El décimo fue Frequelin con un Alfa Romeo Alfetta

Tras la disputa del rally de Córcega, la clasificación del Campeonato del Mundo de 1974 quedó del siguiente modo:

Lancia

94


Puntos

Fiat

69


Puntos

Ford

52


Puntos

Toyota

32


Puntos

Alpine-Renault

29


Puntos