lunes, 8 de diciembre de 2008

Campeonato del Mundo 1974

1974, LA GRAN CRISIS DE PETROLEO (I)

De las 13 pruebas que componían el calendario del Mundial de 1973 se pasó a las 8 de 1974. La crisis derivada del conflicto árabe-israelí y la decisión de la OPEP de reducir la producción obligó a los gobiernos a restringir el uso de carburantes en distintas facetas de la actividad diaria. Restricciones de velocidad, cuando no de uso de vehículos a motor, las críticas sociales ante la celebración de eventos competitivos y que las marcas nodriza cortaron el grifo de presupuesto de sus departamentos de competición hicieron que muchas pruebas se vieran suspendidas. Entre otras causas de la crisis podemos mencionar la restricción de uso de vehículos en Austria y la fusión entre Citroen y Peugeot que dejó a más de 8000 trabajadores en la calle. A nivel deportivo se suspendieron rallies como el Montecarlo, Suecia, Austria, Acrópolis y Nueva Zelanda. Este último se estrenaba en la competición mundial que ampliaba su ámbito geográfico acercándose a ese mercado. El rally de Polonia dejó su lugar al rally de Canadá, Rideau Lakes, a celebrarse antes del Press on Regardless. De este modo la FIA trataba de motivar a las marcas a desplazarse al continente americano.


Piot haciendo ensayos en Montecarlo en los días previos a la anulación

Pese a todo, Fiat decidió montar una auténtica armada para luchar en todos los frentes del mundo de los rallies. Tanto el Campeonato Mundial, el Europeo y el Italiano iban a ver una auténtica flota de 124 Abarth Spyder en manos de siete pilotos italianos y de Markku Alen para disputar algunas pruebas. La escuadra tenía una infraestructura extraordinaria: 50 técnicos y toda la empresa Abarth volcados en la obtención del título. El resto de las marcas se habían planteado la temporada como un período de transición esperando acontecimientos. Cuando en marzo se hicieron públicas las cuentas de Fiat se temió que el equipo desapareciera, pero la marca italiana siguió apostando por la especialidad y el programa de competición siguió adelante. Renault tomó el control de Alpine de forma definitiva y esto hizo que los pequeños A110 fueran sustituidos por un coche más comercial, el Renault 17 Gordini.

La primera prueba que se disputó este año fue el rally de Portugal. En esta ocasión no se disputaron etapas cronometradas. El rally discurrió sobre 455 kilómetros en la modalidad “maratón”. Opel presentó un equipo con opciones: Warmbold, Rhorl y Fall pilotaban sendos Ascona. Pero todos se vieron obligados a retirarse por diferentes problemas. Waldegaard también abandonaba a bordo del Toyota Celica. Con estos abandonos el equipo Fiat encontraba el camino limpio hacia la primera victoria de la temporada. Pinto, Paganelli y Alen ocuparon las tres plazas del podium. Detrás de ellos se colocaban Andersson con el Toyota Corolla, Kallstrom con un Datsun 240Z y Neyret con un Alpine A110.


Pinto se hizo con el rally de Portugal en la única victoria de Fiat

Markku Alen hacía tercero con otro Fiat 124 Abarth Spyder

Kallstrom hizo cuarto con el Datsun 240Z

Fischer llevaba el BMW 2002 hasta la séptima plaza

Llegó la hora del Rally Safari. Fiat presentó en Kenia a Barbasio y a Paganelli. Peugeot presentaba el equipo más fuerte. A bordo de sus 504 se encontraban Mikkola, Andersson y Makinen. Thérier y Darniche se presentaban en Francia a lomos de Alpine A110 mientras que Nicolas pilotaba un Renault 17 Gordini. Lancia presentaba dos Fulvia pilotados por el local Mehta y por Munari. Una inscripción que prometía una lucha fraticida entre los mejores pilotos del momento. Pero por una razón u otra ninguno de estos pilotos se haría con la victoria. Esta se la anotó Joginder Singh pilotando un Mitsubishi Colt Lancer dando a la marca nipona su primera victoria en el mundial. Waldegaard concluyó el rally en segunda plaza a bordo de un Porsche 911 y fue Munari el que llevó su Lancia Fulvia a la tercera plaza.


Singh logró la primera victoria de Mitsubishi en el mundial

Waldegaard llevó el Porsche 911 a la segunda plaza

Kallstrom de nuevo finalizó cuarto con el Datsun en las duras tierras africanas

En Agosto se disputó la tercera prueba de la temporada tras la suspensión del Acrópolis. Los pilotos nórdicos dominaron sin contemplaciones el rally de los 1000 Lagos. En esta ocasión Fiat se vio superada por los Ford Escort RS 1600 de Mikkola y Makinen. Alen al terminar en tercera plaza concedió unos puntos importantes para las aspiraciones de la marca italiana. Los Saab 96 V4, cada vez más obsoletos, permitían a Blomqvist y Lampinen terminar cuarto y quinto. Sexto terminó otro Fiat 124, el de Kinnunen, y en séptimo lugar otro Saab, el de Rainio. Opel que presentaba a Kullang y Waldegaard terminó en octava y décima posición respectivamente. Aunque la victoria fue para Mikkola, el vencedor moral fue su compañero Makkinen. Una sanción le privó de la victoria cuando fue “cazado” atravesando un pueblo 3 kilómetros por hora por encima de la velocidad permitida.


Mikkola ganó el 1000 Lagos con un Escort RS1600

Alen salvó la actuación de Fiat logrando un tercer puesto

Blomqvist llevó el Saab 96 V4 a la cuarta plaza

Pentt Airikkala logró la décimo sexta plaza con un Vauxhall Mágnum Coupé

Así el Mundial alcanzaba el mes de Octubre con tan solo tres pruebas disputadas. Y fue en la cuarta, San Remo, cuando Lancia presentaba el Stratos. Munari y Ballestrieri se enfrentaban a Fiat en Italia. El coche diseñado por Bertone y motorizado por Ferrari se presentaba en el campeonato del mundo como un vehículo especialmente diseñado para competir. Fiorio hacía más de dos años que había recibido las instrucciones y el dinero para desarrollar un coche vencedor. La entrada de Lancia en el grupo Fiat aseguraba la inyección económica necesaria. Además como se ha mencionado antes la pertenencia de Ferrari a la misma Fiat garantizaba el suministro de motores. Los 500 ejemplares necesarios para homologar el Stratos como grupo 4 se montaron rápidamente. Se rumoreó que fueron desmontados con la misma rapidez para suministrar recambios durante el transcurso de la temporada.

Más de siete minutos fue la ventaja lograda por Munari sobre Bisulli, único representante de Fiat en terminar la prueba. La tercera plaza la ocupó el Opel Ascona de Fagnola ya a 43 minutos del ganador de la prueba. Mehta con un Lancia Beta concluía cuarto a casi 46 minutos de su compañero de marca. Fue el comienzo del mito Stratos. Hay que destacar que en el primer tramo del rally ya habían abandonado cuatro coches de la marca Fiat. Paganelli, Verini y Bachelli se salieron de la carretera y Pinto chocó contra Verini mientras éste último trataba de volver a la carretera de volver a la carretera. Más adelante y por problemas mecánicos abandonaron Alen y Barbasio.

De este modo se llegó a Canadá. En el Rally Rideau Lakes Lancia presentó un Stratos pilotado por Munari y dos Lancia Beta, un grupo 3 de 8 válvulas para Pregliasco y un grupo 4 de 16 válvulas para Lampinen. Durante unos rallies Lancia simultaneó ambos coches por considerar que el Stratos se distanciaba mucho de los vehículos comerciales. Fiat presentó a la carrera tres coches: Alen, Paganelli y Perusse. Además numerosos pilotos locales comenzaban a descubrir la disciplina. Destacaba el equipo de John Buffum con un Ford Escort. Además abundaban Datsun e incluso Jeep preparados de forma artesanal. Las etapas discurrían por nevadas y enfangados caminos de tierra atravesando los bosques canadienses. Pregliasco se retiró muy pronto con rotura de su motor. En un primer momento, Lampinen se alzó con el primer lugar apuntando hacia el primer triunfo de un Lancia Beta en el Campeonato Mundial. Pero Fiorio ante la posibilidad de que un Beta ganara al Stratos en la segunda carrera de éste en el campeonato decidió ordenar a Lampinen que se detuviera en la última especial regalando la victoria a Munari. El tercer lugar del rally lo logró el canadiense Boyce con un Toyota Celica. Ninguno de los Fiat logró finalizar la prueba.


Los coches de Lampine y Munari en Cánada

A los que acompañaba con un Lancia Beta, Pregliasco

El mundial continuó en territorio americano con el rally Press on Regardless. A Lancia y Fiat se les sumó Alpine que presentaba tanto A110 (Hoepfner, Neyret y Chasseuil entre otros) como Renault 17 Gordini (Darniche, Nicolas y Thérier). Fiat inscribía a Paganelli, Alen, Barbasio, Perusse y Verini. Lancia repetía la inscripción de Canadá con un Stratos para Munari y dos Beta, para Pregliasco y Lampinen. El rally fue completamente perturbado por la acción de los sheriffs locales que persiguieron a los pilotos de modo implacable. Munari llegó a ser descalificado y detenido por exceso de velocidad. Thérier se aprovechó de esta circunstancia para lograr la primera victoria del Renault 17 en el campeonato mundial. Alen fue segundo con su Fiat, Nicolas se alzó con la tercera plaza con otro Renault 17 y Lampinen daba la cuarta plaza a Lancia a bordo de su Beta 16 válvulas.


Darniche fue tercero con un R17 Gordini

Lampinen fue cuarto con un Lancia Beta Montecarlo

En Noviembre los equipos se disponían a celebrar el rally de Gran Bretaña, 78 especiales para sumar un total de 2218 kilómetros cronometrados. El rally era casi propiedad de los Ford Escort y esta edición no iba a ser distinta. Era el tercer año consecutivo en el que el RAC tenía su base en York y la carrera volvía a la ciudad para finalizar cada etapa. Tradicionalmente el evento se iniciaba con una primera etapa que duraba tres días y dos noches, pero el sentido común prevaleció en 1974. Dos bucles de dos días y una noche, seguidos de una mañana de competición, llevaban a los participantes al sur de Gales, luego entraban en Gales atravesándolo en dirección norte para penetrar en Escocia. Se dividía en 84 etapas con 27 puntos de control y atravesaba una zona en la que según Motor Sport vivían 5 millones de personas. Esto hizo que las pistas tuvieran una afluencia masiva de espectadores. Allí donde se mirara en el área de verificaciones aparecía coches de fábrica: Toyota, Opel, Datsun, Ford, Vauxhall, Triumph, Volvo, Mazda, Skoda, Porsche, Fiat, Hillman, e incluso Wartburg estaban representados. Pero el más bonito de todos era el Lancia Stratos de Sandro Munari. Había algo en mágico en la visión y sonido del Stratos, era un obra de arte y parecía adaptarse mejor al asfalto.
Antes del tramo SS1 el favorito era Timo Makinen debido a su victoria en el 73, y le seguía Roger Clark que parecía capaz de lograrlo de nuevo, tras su victoria en el 72 (Clark en el RAC de 1972). Hannu Mikkola también optaba a la victoria y cuando la bandera bajó atacó duro en las primeras etapas.
El primero en fallar fue Clark, dejando la carretera y los puestos altos de la clasificación. Pasó los siguientes días en una misión de recuperación que le devolvería al top ten. Blomqvist se salió en Myherin, SS20, y estuvo a punto de quedar fuera del rally, pero un esfuerzo heroico del piloto sueco y su copiloto consiguieron poner en orden de marcha su Saab aunque su recuperación estuvo dificultada por ciertas condiciones de visibilidad. Perdió cuatro minutos pero seguía a Makinen a tan solo dos minutos y medio al final de la primera etapa.


A pesar de este aspecto Blomqvist pudo finalizar segundo

Mikkola había sido líder hasta el tramo SS7 cuando por una avería fue rebasado por el Stratos de Munari, que aunque parecía un frágil piloto de asfalto se lanzó en persecución de una victoria que en un principio no parecía hecha para el. Cuando Munari se puso en cabeza todos pensaron que era cuestión de tiempo que cayera, pero Munari se mantuvo en cabeza muy firme en su conducción causando sorpresa mientras mantenía el liderato en los bosques de New Brighton. Lancia tenía que ir seguro ya que necesitaba finalizar para asegurar el título. Así que decidió aflojar y dejó la carrera para Makinen y Blomqvist con los que mantenía contacto y le aseguraban un buen resultado para Lancia.


Munari llegó a ir líder aunque las órdenes de equipo le hicieron conservar

Makinen se alzó de nuevo con el triunfo en el RAC

Makinen tenía que luchar con la última carga de Blomqvist. Makinen acompañado de Liddon en el Escort RS1600 llegó a la rampa final de York con un minuto y medio de ventaja. Hay que destacar la presencia de Pat Moss-Carlsson que en a principios de los sesenta había luchado con su marido por la victoria total. Ganó en la categoría de damas a bordo de un Toyota Celica. Fiat sólo pudo colocar a Aaltonen en la plaza 12 dejando el campeonato en manos de Lancia casi de forma definitiva.


Waldegaard finalizó cuarto con un Toyota Corolla

El alemán Röhrl finalizó quinto con el Opel Ascona

Y Walfridsson llevó su Volvo a la sexta plaza

Pat Moss-Carlsson fue la primera dama a más de una hora de Makinen


De este modo se llegaba a la última prueba de la temporada el rally de Córcega. Lancia presentaba dos Stratos a los mandos de Munari y Andruet. Fiat inscribía a Alen, Bachelli, Darniche, Pinto y Pianta entre otros. Y Renault un auténtico rosario de coches distintos: Renault 17 Gordini (Piot), Alpine A110 (Larrouse y Nicolas) y Alpine A310 (Thérier). El rally demostró que los Alpine A110 ya no estaban para ganar carreras y Nicolas a pesar de correr como un loco quedó a más de tres minutos de Andruet que ganaba en su debut con el Stratos. A más de 22 minutos concluía Thérier con el A310 y en cuarta plaza finalizaba el Alpine A110 de Manzagol. Con este resultado Lancia se alzaba con un título que al comienzo parecía casi propiedad de su “prima” Fiat.


Andruet se hizo con la victoria con el Stratos en Córcega

El Alpine de Nicolas fue segundo en el asfalto corso

Thérier llevaba el Alpine A310 a la tercer plaza final

Quinto fue Larrouse con el Alpine A110

Séptimo concluyó el francés Clarr con un Opel Ascona

El décimo fue Frequelin con un Alfa Romeo Alfetta

Tras la disputa del rally de Córcega, la clasificación del Campeonato del Mundo de 1974 quedó del siguiente modo:

Lancia

94


Puntos

Fiat

69


Puntos

Ford

52


Puntos

Toyota

32


Puntos

Alpine-Renault

29


Puntos

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